Luego de que la virgen machacara esas semillas y remojadas fueron en agua me dispuse, a su ofrenda aceptar y desligar mi alma de este plano terreno; Me convulsionaba el interior y la mirada que tenia nadie me la hubiera reconocido, pues rayaba en la absurda ironía y pesadez, esta pasaba también por gravidos e ingravidos terrenos, plaf me desparramaba como un liquido al ser vertido donde? donde fuera lo hacía. Había perdido contextura y contorno, nada me separaba de mi exterior indominado reino. los colores los desapercibo y de rodeos el alma se cansa pues no retorna a un cálido lecho que se le hubiera sido predestinado. La absurda elocuencia lo era también. Intente llamar a alguien que viniera en mi auxilio pero, incapaz de recordar un numero, caí estrepitosamente y me razgue la cabeza con un borde, lugar por donde me fugué y me deshice de esta torpe coraza. Luego, algo ligero, continué mi viaje. Llegué a un reino inhóspito, aquel donde se unen tres lineas en una esquina.Me puse de cunclillas con los ojos cerrados a esperar que viniera por mi la niña virgen de nuevo. Ya me estaba asustando, mas cuando miraba mi cadáver al frente, este se reía de mi. Intente distraerme un tanto, la niña no llegaba y deseaba con dejadez que todo pasara, en ultimas había, (hay, esto lo escribo viajado, si leo esto luego me transportare a un entonces) algo que gustaba de este estado difuso, inconexo, impalpable y precoz desde lo emocional. Cuando estaremos preparados para habituar esto a nuestro continuom??,
Andres Yarce Botero
domingo, 15 de agosto de 2010
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