Por apresurarme comenzaba pues,
afán aquel de escabullirme
de tan nefasto dilucidar
así, desesperado
transitaba en bizantina discusión
¡El!, el PORQUE;
abrupta necesidad de fluctuante cordialidad
FILOSOFÍA,¡ella!
en entrañantes universos
comienza por dislocar mi caminar
errante, necio
sin sentido alguno.
Juan José Restrepo
09,08,10
lunes, 9 de agosto de 2010
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