La idea del blog

La idea de este espacio ha surgido como una iniciativa de un grupo de amigos que ha girado siempre alrededor de la literatura y afines. Poco se espera de éste en un sentido vanidoso. Sólo se tiene por objeto tener un espacio de integración entre los amigos, para que se conserve por buen tiempo y se comparta como se ha hecho ya por otros medios, textos que cada uno siempre ha gustado de elaborar. Sin embargo dadas las nuevas y versátiles posibilidades de una herramienta como esta, no están de más las críticas y opiniones variadas.

Los Amigos

Los Amigos
Manuel, Yarce, Sebas ( El Poe ), Juan Esteban ( Divertido R.I.P) Juan José ( Juancho )

miércoles, 24 de octubre de 2012

Desplegar mis alas y entrever mi naríz de lejano horizonte.
Volar muy alto para alcanzar el fango y la espina del desierto.
Disolver mis cataratas para contemplar mi terca ceguera, o mi ineluctable realidad.

Me di cuenta que el Sentido, ese que pronunciamos con cierta propiedad , finalmente no sabe a que nos referimos, seriamente. El Sentido carece de contexto, puede haber unos aparentemente más favorables que otros para hallarle, pero dado el mundo y sus indeleznables ejemplos aluden un Sentido que no tiene preferencias y está en cada intersticio del Espacio-Tiempo. El Sentido deambula con un "estricto azar" de mariposa, y no hay forma de abstraerle...inaprehensible y fugáz.

Jose Manuel

jueves, 18 de octubre de 2012

No tener más de una muda de ropa y una estera.
La primera es para hacer usanza de vestido
Y la segunda para ser partícipe del esquivo y cómodo acto que se supone es dormir.
Poder huir fácil!!
Ser una sombra embadurnada en aceite
No poseer agarraderas y tener la habilidad de sobre-ponerse.
Como un paquete de ondas viajeras,
flexible en el todo y en lo total.
Deformarse ante el impulso y al tiempo no hacerlo
estados propios de mi espiritual sistema.
Mientras, soy cobijado por un blindaje
de un material extraño,
poroso pero infranqueable.
Soy de la academia un fruto, podrido
virulento, aprendiendo con lo que se ejercita un pueblo,
el mismo cuido con el que es amaestrado.

Observaba un tronco consumirse,
el fuego lo lamía, pasaba sus tentáculos ligeros
para ayudar a la madera a desprenderse de ese impropio yo.
A mí que no me cremen, que me entierren en pelota y de rodillas,
para que el que me reciba crea que le llego implorando,
la piedad del medroso y del cobarde.
Crackea la tonalidad en la que el fuego se torna apagado, es ahora que hierve
se calcina desde adentro.
Los matices, sus colores difuminados, uno entre otro
no poder des-definirlos, la confianza al estar agarrados de la mano
cuidado! no os vayáis a perder..
Hacía un mayor esfuerzo por focalizar bien el fondo de la fogata, ayudar a que me recibiera entre sus vísceras, ver en lo profundo que hay por dentro,
el eterno retorno al vientre materno.

Andrés Yarce Botero