!Cómo sería el alba sin el resplandor de tu colorida auscencia!
!Cómo las mañanas, sin el rocío de tu llanto amargo!
Y las tardes Oh las tardes, sin las caricias de tu distante sol eclipsado por la briza fría
!Cómo transcurriese el ocaso, sin el pétalo marchito de tu inevitable partida definitiva!
Oh si en la noche la oscuridad no opacase mi alma
! Cómo me despertaría la mañana siguiente, cuando todo comienza de nuevo!
! Cómo me levantaría, conociendo tu lejana compañía una y mil veces suplicada por mi soledad!
!Cómo viviría sin tu constante desmayo marmóreo de escarcha helada!
!Ah! como alcanzaría el sueño, sin tu intrincado corazón abrazándome con témpanos que helan mi alma sedienta de verte tan solo una vez
Jose Manuel
lunes, 4 de enero de 2010
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