No entiende demasiado, él se ve algo apagado
todos lo rebasan.
No sabe mayor cosa y parece que divaga, su mirada,
se tambalea entre la nada.
Sus facciones amables, gestos muy cordiales,
nada habrías de desconfiar.
Esta perdido entre sus muecas
y, su reflejo, ni un pedazo abarca
de toda su indescifrable realidad.
Crisis entrecruzadas lo padecen.
Dirías que esta borracho, solamente balancea sus pesos.
Hacia abajo siempre atado, pesado y torpe,
si se suelta caerá
Andrés Yarce Botero
miércoles, 25 de agosto de 2010
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