Hay algo que siempre me he preguntado y siempre me repite en mis adentros, adentros bien superficiales y fuera de control, y es la motivación que se tiene para vivir.

Unos días esta parece estar grande, o por lo menos acorde con la generalidad. Otras, parece mucho menos grande, y por el contrario, una gran desmotivación impele cada acontecer de nuestra vida. Inclusive, en mi caso es una sensación o una realidad, muchísimo más frecuente en mi vida, o en esto que hemos denominado vida, o denotado.

Es así mucho más tediosos vivir, la cotidianidad desaparece en ese pálido color que , auque se repite y se repite, siempre es diferente, aunque siempre es el maldito mismo, es extraño, pero así lo es. Cuando se está bajo estos influjos, o realidad, o desordenes químicos simplemente, no se, todo lo que se piensa y se siente necesariamente esta completa o parcialemnte influído por esa desmotivación, y cuando es parcial es con una gran tendencia hacia la desmotivación, las no ganas de vivir. Pensamientos como, ojala algo pasara por aqui y me muriera, ojala se caiga este andamio sobre mi, no me caería nada mal una distraccón para que me atropeye un bus y se lleve todo esto de una vez por todas, sin tanta parafernalia extrabagante, desmedida y entusiásta, hablando por los que encuntran este mundo como algo importante para realizar cosas relevantes. Ah y por que no se le tira entonces al bus? pues no soy lo suficientemente entusiásta con la muerte, mas o menos lo ha dicho mejor Cioran, o por lo menos con mayor extención.

Tampoco provoca morir, en medio de todo, para que, qué pereza, en eso cohincido bastante con Cioran, pero no es ello importante, de hecho, algo lo es? Pues claro, dictamina alguna lógica, pues las hay infinitas, pero otras no y nada es verdaderamente importante, menos relevante, cual es la diferencia que no sea gramática o etimológica, cualquier vaina de esas que se ocupan de pormenores, o bueno, dejemos ahí.

En todo esto no he dicho nada, sin embargo ya lo dije todo y el resto no será más que una aclaración a las imperfecciones de lo anterior, pero hoy no las voy a realizar, simplemente unas cosas más.

Lo único que pretendo decir es que se puede vivir con mucha motivación, con poca, o con muy poca o nada, y ello influye sobremanera en la percepción que se tiene del universo. Obvio ,no? Pero cuando se va en busca de la verdad, de la veracidad de los argumentos, cómo saber de que forma fueron expuestos, es decir, con que estado anímico y con qué motivación fueron expresados, o si logró nel autor ser lo suficientemente objetivo como para no involucrar esas cosas, por lo menos en gran cantidad, por me atrevo a decir que es inevitable y no es posible desprenderse de ello completamente, pero si se puede llegar a cierta objetivadad que sobrepase el estado con que fue escrito el argumento o una verdad, en caso de haberla, o bueno, limitémonos a teorías y meros puntos de vista, pues de lo otro no es objetivo conjeturar, y si el tema fuera Dios, el nudo se acrecentaría de tal modo que la tesis tomaría la mano de su antítesis, además mientras mas largo es un escrito más probabilidades hay de contradicciones, como también ya está bien expuesto en el teorema de Godel.

Otra cosa, así como influye, digamos que fuertemente la motivación que se tenga para vivir para exponer una verdad o un argumento, lo es, o lo hace cualesquier cosa, independiente del estado de ánimo y de lo que se piense de la vida. Por que dentro de este gran fractal en donde nos encontramos, cualquier cosas esta en todo, y todo está en cualquier cosa, así que no habría nada de relevante en nada de lo anterior por que todo influye en todo, y la fuerza con que influye, no es más que un dictamen arbitrario de nuestra tremula mente, además esa fuerza no necesariamewnte estña relacionada con la veracidad de algo.....luego continuará

Josemanuel