Lo oscuro de la calle, se torna diferente,
cambia cuando sobre el me place transcurrir;
De rodeos y esquinas, como se quiebran los contornos,
rozan estas, parece que el dolor se esfumara,
pero, por instantes, sabes luego, que es parte de ti,
que siempre lo ha sido,
que desgarradoramente el es quien te ha engendrado.

Te he visto orar de rodillas y clemencia
demandar; Tu piel te ha quedado holgada
este traje ya no da mas. De que se alimenta tu interior,
ese fuero llameante no es mas que una esperanza vacua
ahora que lo puedes detallar bajo ningún efecto enervante.

Y con que gracia repites agonías, te gustan calavera.
te gusta esa sensaciòn de vacío que genera
el pensar de momentos con seriedad
acerca de la burda teatralidad de tu comedia.
Como se encrespa tu vida, parece a veces alisarce,
como vez sin salida el meollo mas simple y mundano;
Te atoras entre nada, y retozas de alegría
cuando los placeres humanos se apoderan de tu insensatez hecha
Hombre.

Andrès Yarce Botero