I
Aspiro la Muerte,
inhalo los polvos divinos, que han
de llevarme a la tumba.
Más creo que siempre me he
encontrado en mi tumba,
lo único que ha de faltarme
entonces es morir.
II
Me rebajo hasta lo más profundo
para recoger el polvo caído.
Al hacerlo el viento se lleva
rápida/, lo que mi olfato no
pudo alcanzar.
Pinga
Idus-Marzo, Día de la muerte del Rey
martes, 1 de mayo de 2012
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1 comentario:
tiempos aquellos en los que el viento se llevaba el polvo
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