Un sonido caminaba en silencio, pisando con cautela, para no ser escuchado por ningún instrumento, que inmediatamente le absorbe, como un agujero negro y le mata, o le cambia de plano, dimensión, pero este diminuto sonido quería perdurar un poco más, y su única forma ere silenciar, así le costara dejar de hablar con sus hermanos vibrando en otra frecuencia, quienes caminaban sin importarles el ruido que pudieran producir ni la implicación que ello traía. Solamente un eco era quien podía caminar tranquilo sin ser devorado. ¿Cómo convertirme en eco? se preguntaba, y se dio cuenta que para ser eco primero tendría que pasar por el agujero que tanto temía, sobre todo el de la trompeta, y el oboe. Solo el azar, o quien mas? decidiría su destino. El pensaba, todo, menos la trompeta o el oboe. O sería Dios quien decidiría su futuro, o sería el propio presente... reflexionaba sin sacar ninguna conclusión plausible. Entonces tan solo empezaré a caminar estrepitosamente para ser eco lo mas pronto posible. Depronto, se encontraba frente a un eco. Extrañado, dubitativo, le preguntó acerca de cómo se sentía ser tan solo un eco, ya por fin libre, dependiendo de si mismo, no de el pulsar de otro a su antojo. Y el eco no entendía su lenguaje, entonces le repitió hablando pausadamente. Pues no le entendió y salió corriendo cuando una especie de agujero negro le tragó inmediatamente para su gran sorpresa. Toda la vida estaré destinado a ser absorbido por un instrumento pulsado por un interprete, o un compositor? "Eso no puede ser posible", dijo, "entonces...o camino toda la vida solitario y silencioso o hago parte de un ciclo que no tengo idea si terminará algún día y o si perdurará el resto de la eternidad", y una trompeta se dibujó al fondo de su vista opaca, y parecía estar llorando. Conmovido, se le acercó y le preguntó por la causa que le tenía llorando. La trompeta le dijo que llevaba un año y medio y aún no encontraba una nota que le faltaba para completar la melodía. Sonido en silencio no sabía que hacer, si prestarse como nota o si continuar su camino y dejar sola la pobre trompeta que continuaba sollozando. Depronto se lo tragó como un agujero negro y la trompeta dejó de llorar, al parecer esa era la nota que le faltaba.

JoseManuel