No es una crisis, menos una de esa tales depresiones afortunadas por su próximo horizonte, algo pasajero trivial. No. Es algo permanente, hace años, como el sol y la luna, siempre estan ahi, en el dia quemandome helandome en la noche, luego tengo pesadillas y despierto, y cuando camino, mis pasos desean quedarse ahi postrados cansados de su permanente incómoda horizontalidad, y tampoco eso quiero que me harta, no encuentro nada nada, ese es mi problema y no cesa esa maldita sombra burlezca, por el contrario se acrecienta y me desgarra cada dia y me marchito , cada noche.
Anoche abrasé una estrella, deshojé sus unicórneos pétalos de marfil, uno de ellos se incrustó en mi corazón coralino, no había nadie más que yo, con el pecho dolorido, a causa de su injustificada estocada. Yo tan solo tube la osadía de acariciar una flor de estrella, o mas bien era una flor estrellada, era una estrella con el rubor de las rosas cuando ellas se sonrojan, por que ellas al igual que tu y que yo, se sonrojan, tambien son frágiles y necesitan espinas para que no les haga daño tanta gente deshojada de piedad debido a su robusto corazón espinado. Ahora logro entender, tal osada aventura me ha traído todos mis desvaríos, mi desasosiego mi desdén. Es mejor ser atento y ver que cada roca o ligero polvo en los aires, contiene la más bella estrella, una y mil dulces flores de pétalos estrellados, tambien de crisis, de momentos en que no logramos despojarnos de ese disfraz tan obstinado y teatral. Las tablas y los telones son como dunas en el desierto, son olas que vienen...y se van luego quien sabe hacia donde, quien sabe.
Ayer destruí aquel teatro y es interesante la cantidad de personas adoptando su papel con tanta convicción, rien, lloran, sienten que es verdad o mentira, que hacen parte de algo, o mas aun, de alguien, mientras el viento continua la brisa, y las ansias de terminarlo todo y lo que continua
Jose manuel