Oye, que bello rostro soportas
frente a ese cráneo reducidamente pulido
mujer.
Que no me importa si escribes las palabras
con "s" o con "c", ni tu incapacidad para tildar,
a quien le bastaría eso.
Solo, al ver tus gráciles manitas
escribiendo, se aturde mi inconsciente
en sueños plañideros.
Pestañeas demasiado pero se te ve fantástico,
como si desearas borrar a cada segundo
las imagenes de este mundo tan llevadero para ti
que para mi es ajeno.
A ti que te importará este ser maltrecho,
si tu camino a la universalidad del alma ya lo ganaste,
pues la Belleza es la propuesta del
personaje que va a morir a Venecia ( Th. M)
que se encanta con los patrones físicos
de un jovencito que en ese marco sería
genial como tú.
Andrés Yarce Botero
sábado, 11 de febrero de 2012
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