Un día muy lejano.... tal vez ahora mismo ¿cual diferencia les separa? No se sabe, en todo caso aquel viejo rojo telón se rasgó al fin. Fue aquí cuando comenzaron todos los aconteceres, brilló el día y de plata se revistió la noche deslustrada.
Un canto a lo lejos acariciaba cada gota de cielo y estrella, una pareja de pajarillos silbaron la canción indescifrable y etérea, también brotaron las montañas, y el llanto de una extraña espectadora de aquella obra ondeó cada ola, formándose océanos fríos y salobres sobre cuya superficie se erigió la primavera y una gota de rocío se deslizaba sobre un tenue pétalo.

Una hermosa mariposa se posó sobre aquella fractura roja de telón y tabla, ese viejo escenario donde transcurren todos los dramas imaginados. Entonces dijo al Viento Azul que pasaba tranquilamente por allí, en esta mañana: ¿por qué? , y el viento contestó, no hay razones específicas ni preguntas pertinentes ni encausadas, no os preguntéis acerca de algo de lo que se nos ha velado por decisión de la sabia naturaleza, quien sabe qué mostrar y qué velar. Tan solo sé sumisa, y actúa de acuerdo a la voluntad de tus instintos buenos. El mal se ha apoderado temporalmente de este lugar, por ello, debes no corresponderle, para no enriquecerle más, y por el contrario que sea vuestro corazón quien guie tus pasos hacia el sol, que por si no sabes te está esperando, para darte calor eterno.
Así silenció el azul viento sus palabras y marchó.

La mariposa fue quién rasgó el telón al abrir sus alas para volar hacia su destino propio, tan propio como el tuyo, el cual debes andar bajo una bendición que en este momento brilla tras el telón, un telón que brilla tras de tus ojos, al igual que tras de los míos.

Así, terminó esta historia narrada por El ciego, quien solo podía ver lo que hay detrás de sus párpados, donde realmente fulgen los brillos y el rocío contiene cada primavera, cuna del Sol.

José Manuel