Desaparecer, extinguirse,
cabal prioridad para mi inocua
existencia estanca.
El mismo rosal, la naranjada palmera,
el doblez en la esquina del muro del frente,
la misma quieta imagen que ante mi reposa.
Como si un cuadro fuera,
mi vida, se ha paralizado;
Todas mis maneras y modos se ven especificados
en simples funciones conclusas.
Afuera:
El vértigo anhelado!
He deseado,
adrenalizar mi sistema yerto
He deseado,
dispararme en un final eterno
por dentro de un infinitesimo agujero
que el elixir de sabor platinado,
de gran tono almendrado
arroja.
Como eduqué a mi cuerpo,
le he drenado esencia,
destiné mi ahora para reposar bajo una manga estéril
pero frondosa.
El coquear de una madre torpe
en su amor desplegado, la soberbia
latente al ser incapaz de amar, la
confusión mas nítida,
un sutil divagar
Andrés Yarce Botero
jueves, 4 de agosto de 2011
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1 comentario:
desgarrador el elixir de sabor platinado,de gran tono almendrado
que borro la posibilidad de saciar lo que pide el cuerpo y la mente con sus ancias...
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