y en su interior vedado,
además de un olor salado
habitan fieros y muy hoscos marineros.
Meses que navegan hacia
lo azul, cercano del cielo
allí donde se acaba el mundo,
una explanada hacia lo incierto.
Los Pargos y las Sierras
atrapados mediante trucos
mueven su cuerpo hasta que mueren
perdiendo su habitar en lo profundo.
Dicen que guardan en la bodega
de estos destartalados pesqueros
gran cantidad de alcohol y marihuana
para pasar fácil y sin penas el tiempo.
Han transportado arriesgándose
panelas blancas de cocaína
atravesando veloces las olas
por el dinero fácil que espera sin prisa.
Mitos que los gobiernan
y actuaciones de ultramar
como por ejemplo no estar en el barco con hembra
pues estarán propensos a naufragar.
Historias del mar y sus miedos
un mundo intrigante que desafía
en su quietud y monotonía
toda actividad que en tierra firme es parte del día a día
Andrés Yarce Botero