La idea del blog

La idea de este espacio ha surgido como una iniciativa de un grupo de amigos que ha girado siempre alrededor de la literatura y afines. Poco se espera de éste en un sentido vanidoso. Sólo se tiene por objeto tener un espacio de integración entre los amigos, para que se conserve por buen tiempo y se comparta como se ha hecho ya por otros medios, textos que cada uno siempre ha gustado de elaborar. Sin embargo dadas las nuevas y versátiles posibilidades de una herramienta como esta, no están de más las críticas y opiniones variadas.

Los Amigos

Los Amigos
Manuel, Yarce, Sebas ( El Poe ), Juan Esteban ( Divertido R.I.P) Juan José ( Juancho )

miércoles, 11 de abril de 2012

domingo, 8 de abril de 2012

Narcolepsia




Abro los ojos y ante mí un mazacote de fórmulas en un tablero. Duermo y alcanzo a soñar durante un mínimo entre-tiempo.
Mi cuello el responsable de que no caiga estrepitosamente mi cabeza contra el pupitre y haga un sonido incomodo en la clase.
Nuevamente despierto, y que pesado que estoy. Las borrosas ecuaciones ahora son garabatos informes; Pienso que quizá indispongo a alguien, al profesor o de pronto algún estudiante que distraigo con mi cabeceo constante.
La Narcolepsia, mi estado en las aulas, mi batalla constante, una guerra que ya parece perdida pues mi cuerpo solo obedece al estímulo de desconectarse del totazo y, borrar así las imágenes que ante mí se proyectan desde todos los ángulos, pura especulación cromática.
Yo así lo eduqué en un pasado, enseñé a mi cuerpo a arrojarse hacia el éxtasis del yacer inerte a los estados  de la semi-respiración, éramos todos unos maestros en la meditación estática... y que lo temporeo poco o nada importara.
Hoy me toca permanecer atento, haciendo que me importa todo lo que hago, caminando hacia un destierro seguro, a través de una penosa marcha que cansa en su parsimonia.
Estaba dormido hace un momento? Al parecer, pues no creo haber estado parado sobre esas coloridas montañas brotadas de frailejones mientras observaba el parloteo de ese señor de adelante que habla en lenguas lejanas, balbucea algo que no alcanzo a distinguir pues me frunce hacia el estado onírico con gran habilidad.
Los parpados me pesan toneladas, no desean estos dejar pasar más luz, están hartos de recibir tan insípidas imágenes.
Últimamente llevo siempre a la mano un punzón u objeto afilado, tengo una teoría. Pretendo chuzar u oprimir partes sensibles de mi cuerpo para causar un dolor fresco y agudo para activar así algunos puntos de emisión nerviosa y que viaje una información hacia los receptáculos apropiados que hagan que mis neurotransmisores liberen algunos componentes que sean similares, en su composición, a la adrenalina y que hagan bombear, al ser enviados a mi corazón, la sangre a una mayor velocidad para que se active de una vez este cuerpo ajeno, que jala hacia abajo,  y poder al fin prestarle atención al profesor (antes de volverme un colador) a lo que diría mi amigo el monaguillo es una barbaridad para este mundo.

Andrés Yarce Botero